martes, 25 de noviembre de 2014

MIEL DE AVISPAS

Bajamos al sótano, lugar donde debía ser esta presentación y que guiña un ojo a toda una cultura que brilló potente en una época que fue germen de mucho de lo que se gesta hoy.
Por eso, bajo tierra, under, como el teatro rebelde y explosivo de los años ’80, donde brillaron oscuras estrellas como Alejandro Urdapilleta (y sus compañeros de hazañas, Humberto Tortonese y Batato Barea).
En escena se hace lentamente la luz. Se ve una escenografía partida donde se plantean claramente dos mundos. Al fondo, la radio; al frente, un salón con un piano y adornos variados. Estos espacios configuran a su vez dos planos de actuación, dos instancias de ficción que construyen unos  mundos paralelos y simultáneos entrecruzados a lo largo de toda la propuesta.
La vida dentro de la radio salta mediante la voz de locución y se mezcla con el otro lado, con el mundo exterior, gracias a la audición. Voces que llenan espacios para aquellos que escuchan, que ofrecen también una vía para ser escuchados, seres anónimos proyectados hacia otros seres anónimos a través de un micrófono que la palabra ‘aire’ abre mágicamente a la multitud indefinida.
Desesperarse, ¿qué cosas nos desesperan? Así empieza el programa radial que da lugar a todo un mundo de desesperación dentro y fuera de la ficción radial.
Son tres las actrices que, con porteños toques almodovarianos y mucho talento, abordan la poesía como tema central. Poesía urbana y contemporánea, poesía incomprensible e incomprendida, la poesía de cada día, la cotidiana, como el dios accesible de cada día donde el ‘de a pie’ vuelca sus frustraciones y miserias.
“La poesía nos salva y nos sana” expresan casi como un manifiesto poético.
En escena se mezcla la fantasía de la radio –ese mundo que solo se oye y lo demás se imagina-  con instancias escénicas de aquello que los oyentes comentan al aire. Como si se trajera la realidad del oyente al presente en un movimiento de suspensión del tiempo.
Los textos, tremendos, poéticos, desopilantes, crudos o llanos, explayan la realidad sobre la mesa desnudando relaciones patéticas, conflictos de clase, vínculos ocultos, amores imposibles.
Textos individuales, sueltos, ligados por un hilo que los condensa en el universo de la radio donde el lazo que une a los personajes tiene toda la ambigüedad del colega laboral.
Como los milagros son gratis, así mismo se esfuman.
Al final todo desaparece y en la oscuridad de la sala se oyen ecos de risas, que parecen la espuma reverberante del enorme mar humano.
Qué: Miel de avispas

Quién: Sobre textos de Alejandro Urdapilleta.- Actuación: Luciana Dulitzky, Juliana Andrea Ibañez, AdrIana Monteleone.- Locución: Fabián Cerfoglio, Florencia Ibáñez.- Diseño sonoro, diseño gráfico  y edición de video: Cristian Estrella.- Producción Radial: Katy Speranza.- Operación de sonido: Emanuel Del Río.- Fotografía: Eduardo Guarini, Lucas Santa Ana.- Asesoramiento escenográfico y de vestuario: Julio Suárez.- Asistencia de dirección: Mariana Bertolini.- Dirección: Tino Tinto.-

domingo, 23 de noviembre de 2014

24 HORAS VIRAJE

El amor que separa, que une, que hace sufrir, que produce placer. El amor que duele y te despierta, el amor que duerme bajo la piel mientras la vida en la que estás subido va a toda velocidad. Entonces un llamado a las 3 de la mañana interrumpe la carrera y sacude las piezas de esa rutina moribunda, para dar paso a la verdad que en 24 horas va a transformar todo.
Betina recibe una llamada y desde ese momento la acción no se detiene. Entre las ideas, la imaginación, las opiniones de la mente que apunta incesante cada acto y las acciones, transcurre la historia llevada en piel, carne, sudor y lágrimas por la genial e histriónica Irina Alonso.
La protagonista pone voz, cuerpo, relata, presenta y representa a la vez, para construir esta especie de monólogo escénico y vertiginoso que concibió Gilda Bona, dramaturga de la obra.
Los cuerpos están manejados en escena por otros cuerpos que son continente, que hacen funcionar la acción en concreto, que aportan la materialidad a esas palabras desbocadas que expulsa de su boca la actriz.
No falta la complicidad con el público en un guiño que apoya el acercamiento favorecido por la luz y que acerca a la actriz a un primer plano cinematográfico, que la acentúa y aproxima al límite de la escena, entre la ficción representada y el espectador atento en la realidad de las butacas.
Betina corre al hospital regional a ver a su marido que ha tenido un accidente.
La muerte, tema trágico que revolotea sobra la obra, queda por detrás de la propuesta temática debido al estilo en que es abordada, delirante y tragicómico, fragmentado, por momentos posmoderno. También por el punto de vista de la protagonista, por su lugar dentro de la historia, por su situación personal y el vínculo que la une con los otros personajes. Y además, por las peripecias en el hospital regional, con su burocracia y sus realidades patéticas superadoras de toda ficción.
A un ritmo de locos, Irina Alonso devora la escena y con una capacidad impresionante lleva adelante un texto que no para de hacer alusiones, acotar, comentar, delirar e imaginar, como un unipersonal galopante que se complementa con el resto del elenco, de quienes depende que las palabras tomen cuerpo para ser un hecho teatral. Y eso solo puede lograrse con un buen equipo y con la indiscutible ayuda de una buena dirección.

Qué: 24 HORAS VIRAJE
Quién: Autoría: Gilda Bona.- Actuación: Irina Alonso, Pablo Aparicio, Daniel Barbarito, Gabriella Calzada, Marisel Jofré, Marta Pomponio, Belen Rubio, Gabriel Yeannoteguy.- Vestuario: Daira Gentile.- Diseño de luces: Facundo Estol.-Música original: Adolfo Oddone.-Operación de luces: Ariel Cortina.-Fotografía: Lluís Miras Vega.- Diseño gráfico: Adrián Riolfi.- Asistencia de escenografía: Marina Apollonio.- Asistencia de dirección: Nacho Ansa.- Prensa: Prensa Novello.-Producción ejecutiva: Zoilo Garcés.- Dirección: Francisco Civit.-
Dónde: TEATRO ANFITRION   Venezuela 3340 Teléfonos: 4931-2124

Cuándo: domingo - 20:00 hs - Hasta el 30/11/2014 Duración: 60 minutos

LOS FABULOSOS SINGER

Son padre, hija y tío, tres fabulosos personajes miembros de una familia de artistas de variedades -4° generación- que viajan por los teatros de provincias del país mostrando sus números.
La escena se desdobla en la representación de la ficción dentro de la ficción de la propuesta, donde se pueden disfrutar las ocurrencias varias de estos artistas en forma de números de varieté, y a la vez, contemplar el fuera de escena de esta familia de artistas. De esa manera, el espectador es invitado a colarse en ese mundo tras bambalinas como un observador curioso, como un voyeur que espía por el ojo de la cerradura lo que se trama entre camarines.
Allí la curiosidad se asoma al momento creador, al surgir de la inspiración en el espacio que el descanso otorga, donde el artista deja volar su imaginación creadora para dar nacimiento a otra pieza escénica.
El público es un cómplice silencioso que participa de ese instante creativo y casi puede vivir en carne propia el surgir de algo nuevo.
La imaginación construye formas mágicas y deleita con burbujas, enanos rusos que cantan melodías en idiomas desconocidos, tiras que se elevan como seres elementales del aire, un ser extraño con cara de papel (como el hombre elefante) que representa con el recurso más simple y bello una escena delineada por la voz del relator y acompañada por los sonidos de un piano.
La propuesta, además de ser divertida, crea un universo poético maravilloso donde el amor y el sufrimiento tienen lugar sin pretensiones de complejidad.
Porque el amor es pulso del mundo tanto como el dolor, y el arte nace de ambos.
Una madre ausente es punto crítico para mostrar los vericuetos menos felices de esta historia. Así como el crecimiento de la hija que se acerca a las puertas de la adultez poniendo en jaque un estilo de vida que los ha mantenido unidos. Pero todo se resuelve en lo que mejor comparten: la creación.
Con música en vivo, esta fabulosa familia juega con el espectador llevándolo por los caminos de la risa, la imaginación, la suave lágrima.
También la reflexión aparece al traer a la memoria los espectáculos populares, el circo, las variedades, y toda una filosofía de vida y una forma de compartir el arte que el público disfruta. Una parte de la historia teatral de nuestro país que es importante rescatar y revitalizar, como lo hace este espectáculo.
Qué: Los fabulosos Singer
Quién: Actuación: Marcos Arano, Julia Katz, Marcelo Katz, Carolina Saade.- Voz en Off: Cecile Caillon, Gabriel Conlazo, Aníbal Guiser.- Escenografía: Gabriel Diaz.- Ambientación y utilería: Melanie Klas, Paula Tortorella.- Diseño de vestuario y asesoramiento escenográfico: Valentina Bari.- Diseño de luces: Fernando Berreta, David Seldes.- Realización de vestuario: Carmen Montecalvo.- Música original y dirección musical: Javier Estrin.- Fotografía: Sebastián Gringauz.- Diseño gráfico: Andrés Kyle.- Asistencia de vestuario: Cecilia Turnes.- Asistencia técnica: Mauro Petrillo.- Asistencia de dirección: Berit Eik.- Prensa: Ayni Comunicación, Romina Pomponio.- Producción ejecutiva: Rebeca Checa.- Producción general: Marcos Arano, Martín Joab, Marcelo Katz, José Luis Saade.- Coreografía: Gabi Goldberg.- Dirección: Martín Joab.-

sábado, 22 de noviembre de 2014

LAS LÁGRIMAS

Las lágrimas (si es que no cortamos cebolla) son señal de un sentimiento, de tristeza, de alegría, de bronca, de alguna emoción. También pueden ser un engaño, una impostación: lágrimas de cocodrilo, falsedad, imitación de la realidad, actuación, exageración.
Aunque en la obra que dirige Mariano Tenconi Blanco se diga que “las lágrimas son mejores que las palabras”, también pueden significar evasión de la realidad, del compromiso con lo que hay que decir, de hacerse cargo.
En un canal de televisión se están rodando capítulos de una telenovela de éxito. Libertad -la estrella del programa televisivo- cumple años. Su novia Victoria le prepara una sorpresa para festejar. Pero el ambiente no está para fiestas. Ellas forman parte de la “generación del amor perecedero”, y éste puede secarse tan fácilmente como las lágrimas.
Los nombres de los personajes resultan llamativos, un tanto alegóricos, una pareja entre la libertad y la victoria que no funciona, que se deteriora y lentamente derrumba. ¿El sueño de la lucha en los años ’70 tal vez?
Desde un trabajo corporal exacerbado y una interpretación exagerada, todo sucede en escena como una telenovela. Y como buen ‘culebrón’, la directora es una mujer en silla de ruedas.
Se mezclan y confunden realidad y ficción en un mundo donde la historia de lo circundante es como una mala serie, un dramón que lleva al límite de la risa, de lo ridículo, de lo inverosímil. Y sin embargo hecho realidad en la trágica  historia setentista condimentada con un asistente de dirección que es un partero que trae verdades desconocidas pero sospechadas.
Libertad no conoció a su madre (la libertad no sabe su origen). Edith es una directora ‘discapacitada’. Quien dirige es una persona representada aquí ‘sin piernas’, no capacitada,  ¿para qué? ¿Para asumir su maternidad? (“una madre sin hija es como una madre sin piernas”). ¿Para vencer junto a “las mucamas revolucionarias”? Edith condensa en sí la historia de los desaparecidos, la apropiación de bebés. Y a la vez, la resistencia, la organización.
En ese juego entre la realidad y la ficción, ¿dónde está la verdad? Un personaje afirma que fue a la televisión a buscarla, pero ¿puede encontrarse?
Caen las lágrimas de lo grotesco, lo absurdo, el humor y la farsa del relato, de una mezcolanza de registros actorales que dan cuenta de una historia que es plural y múltiple. Pero que aquí se filtra por una mirada que dirige desde detrás de la escena para expresar su punto de vista.
La verdad es una construcción.
Acá se construye desde un lugar que deconstruye de alguna manera el realismo literal y funda, a partir de su relato, otro posible territorio de la verdad. Una verdad apoyada en muy buenas actuaciones y una puesta que hace reír y pensar.

Qué: Las lágrimas
Quién: Autoría y dirección: Mariano Tenconi Blanco.- Actuación: Fabio Aste, Iride Mockert, Ingrid Pelicori, Martín Urbaneja, Violeta Urtizberea.- Música original: Ian Shifres.- Diseño de vestuario y escenografía: Oria Puppo, Micaela Sleigh.- Diseño de luces: Matías Sendón.- Realización de escenografia: Valeria Abuin.- Video: Santiago Brunatti.- Cámara: Martín Piroyansky.- Letras de canciones:
Mariano Tenconi Blanco.- Fotografía: Soledad Allami.- Diseño gráfico: Gabriel Jofré.- Asistencia de dirección: Tomás Vio.- Prensa y producción: Ángela Carolina Castro.- Asistente de prensa: Lucia Pechersky.- Coreografía: Carolina Borca.-
Dónde: CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN Corrientes 1543 Teléfonos: 5077-8000 int 8313 Web: http://www.centrocultural.coop

Cuándo: Viernes y Sábado - 22:45 hs - Hasta el 29/11/2014