viernes, 20 de enero de 2012

EL CENTÉSIMO MONO

“Hay un mago que se está muriendo. Debe operarse de urgencia ¿Qué sucede en su cabeza una vez que le han aplicado la anestesia total?”
La frase que antecede es el puntapié inicial de esta magnífica propuesta teatral. Qué genial idea combinar la magia con el teatro. El ilusionismo con el arte de la actuación. ¿No es la magia un arte de actuación? ¿No es el teatro un arte de la ilusión?  Una genialidad hacerlos confluir en una sola pieza. Una pieza además que no se anda en banalidades de efectos o trucos efectistas.
Son tres los actores magos que hilan con su madeja mágica la obra. Los tres intervienen en distintos momentos con protagonismo y a la vez interactúan juntos como si fueran parte del mismo cuerpo, de la misma mente que se encuentra bajo el influjo de la anestesia.
Ellos afirman que el hombre no ve la magia porque está preocupado por el truco.  ¿Qué es aquello que se pierde el hombre? ¿Acaso la vida le pasa por un costado mientras intenta develar el truco?
Esto puede trasladarse a las diferentes maneras o actitudes del ser humano para encarar su existencia. Un existir signado por la finitud donde el cómo se enfrente esto determina en gran medida el cómo se transite el camino.
 El centésimo mono introduce al espectador en los lindes de la muerte mediante ese estado delicado de la anestesia durante una operación compleja. Operan a un mago y su mente se relaja, se diluye, deja aparecer sus miedos y ansiedades. La muerte es el instante mágico perfecto, el sentido. Allí están estos tres magos actores desenrollando el ovillo de la magia, de la existencia.
Por eso, la puesta en escena es una reflexión poética y mágica sobre la muerte. Una extraña pero hasta dulce analogía. La magia, la muerte. Dos momentos casi ilusorios.
Por eso, como afirman ellos, más vale hacer juntos lo que no podemos hacer por separado.
Qué: El centésimo mono       
Quién: Dramaturgia y dirección: Osqui Guzmán.- Actuación: Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff, Emanuel Zaldua.- Iluminación: Adrián Cintioli.- Diseño de vestuario y escenografía: Gabriela A. Fernández.- Realización de escenografía: Miguel Yanson.- Realización de vestuario: Patricio Delgado.- Música: Tomás Rodríguez.- Asistencia de escenografía y vestuario: Estefanía Bonessa.-Asistente de producción: Silvina Palacios.- Asistencia de dirección: Juan Manuel Wolcoff.- Producción ejecutiva: Suky Martinez.- Prensa: Débora Lachter.-
Dónde: LA CARPINTERÍA Jean Jaures 858.- Teléfonos: 4961-5092.- Web: http://www.lacarpinteriateatro.com.ar
Cuándo: Jueves - 21:00 hs - Viernes - 20:00 hs.-  Desde el 16/02/2012

EL DANZÓN ES UNA FIESTA

Esta propuesta de Los Amados tiene como escenario una pista de baile. El danzón es un espectáculo que invita a disfrutar de una fiesta llena de color, alegría y amor.
Es una obra que presenta la performance de un grupo de música que hace teatro. O de un grupo de teatro que hace música. La cuestión es que estas diferencias se entremezclan en una deliciosa combinación. Sabrosa. Como la música que suena y que lleva al público a despegarse de las butacas para bailar un repertorio de boleros, cumbias y merengues.
Si es habitual expresar que el espectador es quien completa la obra y le otorga sentido, acá esa expresión está llevada al máximo del paroxismo. Sin espectador que baile, no hay fiesta. Y la propuesta trata de eso, de un danzón, un lugar para bailar.
Desde la construcción de los personajes se juega al límite del teatro como disciplina. ¿Es una obra musical o un concierto teatral? Y al mismo tiempo, se exacerba el acontecer teatral desde sus orígenes. El teatro como festejo, el teatro como ritual. La música, el canto, el baile, la comida, la bebida, hasta el maestro de ceremonias. Dioniso puro. El teatro como encuentro y comunidad, como ritual, como espacio para compartir.
También como espacio para el amor. No solo el amor que se festeja como parte del espectáculo, como parte de la propuesta de este grupo de ‘amados’. El amor de compartir con el otro un momento feliz, de disfrutar juntos, de vivir con intensidad.
El danzón de Los amados es una propuesta para tomar impulso por la vida, para reconciliarse, para sentir que la música y el baile son parte de la felicidad del mundo. Una parte a donde viene genial entregarse cada tanto a disfrutar.
Qué: El danzón de Los amados
Quién: Intérpretes: Rubén Rodríguez, Alejandro Viola.- Artistas invitados: Daniela Horovitz.- Músicos: Fernando Costa, Oscar Durán, Lisandro fiks, Analía Rosenberg, Hernán Sánchez.- Dirección musical: Lisandro fiks.- Dirección general: Alejandro Viola.- Prensa: Walter Duche, Alejandro Zarate
Dónde: SALA SIRANUSH Armenia 1353 Palermo Teléfonos: 6381-0180
Web: http://www.salasiranush.com.ar
Cuándo: Viernes y Sábado - 21:00 hs

OLOR A POBRE

En una pequeña sala hay un grupo de artistas que ensaya lo que ellos denominan "espectáculo teatral de vanguardia".  El grupo está compuesto por tres mujeres europeas y  un peruano.
Ya desde el lenguaje que describe quienes lo integran se puede apreciar una diferenciación entre ellos. Primero que son tres mujeres y un varón. Segundo, que son tres europeos y un latinoamericano.
Desde este lugar se podría pensar de antemano que hay en la obra un planteo sobre el otro, sobre el diferente.
La obra desarrolla el problema que parece surgir en el grupo a partir de la aparición de un olor desagradable que viene de la mano de la incorporación del peruano.
Pese a que la idea de la directora del grupo es generar una propuesta moderna y multidisciplinaria que  aporte al tema de la diversidad (por eso incorpora a un latino, queda bien), la cuestión del olor se vuelve insoportable y decide hablar con él.
El asunto del otro, del diferente,  aparece en la obra de forma parodiada.
Las tres mujeres se sienten atraídas por el peruano a la vez que lo rechazan. El hombre pasa a ser el objeto temido y amado. Como la atracción por lo salvaje. Al igual que era  representada la figura del gaucho en el teatro gauchesco.
El salvaje era un otro temible pero a la vez deseado,  como si se tratara de una inclinación inconsciente del hombre civilizado hacia la barbarie. La atracción  animal irracional.
Esta propuesta, al situarse en un grupo artístico europeo que pretende la integración y no discriminación, pero que no puede tolerar un olor (algo tan profundamente propio como el olor)  pone en tensión la superficialidad de aquellos que se pretenden abiertos y multiculturales pero luego son incapaces de tolerar las diferencias.
Todo bajo la curiosa mirada de Maruja Bustamante, donde lo autóctono aflora como una especie de pregunta esencial.

Qué: Olor a pobre
Quién: Dramaturgia y Co-Dirección: Agösto.-  Dirección y Puesta en escena: Maruja Bustamante.- Actuación: Luis Contreras, Clara Díaz, Victoria Herrera, Sofia Wilhelmi.- Vestuario: Candelaria Aaset.- Iluminación: Mariano Arrigoni.-
Realización de video: Lautaro Camino.- Audiovisuales: Lorenzo Anzoategui.-
Música: Ani Castoldi, Santiago Martínez.- Fotografía: Laura Castro.- Arte: Candelaria Aaset.- Asistencia de escenografía y vestuario: Eva Lochner.- Asistencia de dramaturgia y asistencia general: Gael Policano Rossi.- Producción ejecutiva: Paula Baró, Valeria Piana.- Prensa: Debora Lachter, Valeria Piana
Web: http://www.olorapobre.blogspot.com

miércoles, 18 de enero de 2012

HÉCUBA O EL GINECEO CANINO

La propuesta se encuentra incluida entre otras tres en el contexto de Proyecto Clásico (3 textos clásicos + 3 directores + 3 espectáculos, Ramos+Wilde / Catani+Shakespeare / Wehbi+Eurípides)  organizado por el Centro Cultural Ricardo Rojas sobre la adaptación de clásicos del teatro universal.
Lo que más llama la atención en la puesta que dirige Emilio García Wehbi es la disposición de los elementos que integran el conjunto de la obra dramática.
En el texto de Eurípides, los griegos convierten a Hécuba -que ha perdido a casi todos sus hijos en la guerra de Troya- en esclava. Luego de que ella se venga, es lanzada sobre sí una profecía que la condena a ser transformada en perra y deambular por siempre sobre la tumba de sus hijos.
En la propuesta de Wehbi, la madre vengadora es cruzada con Medea (quien mata a sus hijos), en un proceso que construye un lugar de la mujer fuerte y dominante. Esta hembra que no se detiene frente a los designios del destino, que no se doblega, sino que le sale ella misma al encuentro, se convierte luego en perra. Lo que le queda después de haberse despojado de toda humanidad es ser un animal.
Los personajes que están en escena son dos: ella y el coro. Este se reduce a un hombre que actúa como una especie de antihéroe entrado en años dueño deuna cínica lucidez.
Hécuba está en la piel de una buena actriz, bien plantada, conocedora de su arte y oficio, que entrega su carne al papel y su discurso.
Si hay algo que abunda en la puesta es eso: discurso.
Mucha imagen y discurso. Discurso inserto en un fondo de imágenes plásticas.
A partir de un cruce de disciplinas que incluye un gran despliegue de video e intervenciones sonoras, la pieza parece una intervención, una performance que combina textos clásicos y modernos en su discurso, que se ‘posmoderniza’ en su actuación fragmentada, que baja línea desde un texto sin pausa, sin errores, sin titubeos.
Frente a este bombardeo de palabras acunadas por imágenes que cubren el espacio de la escena, surge una pregunta que se desprende de las propuestas no convencionales, rupturistas o posdramáticas. ¿Dónde anida lo teatral, el acontecimiento poético?
Aquí, el sentido se genera y dispara por el contraste. Por las imágenes sobre las que se descargan las palabras como disparos. Por la poética propia del texto. Por las plumas y la sangre. Por el hombre en calzoncillos y camiseta. Por esa mujer que habla con energía sin trastabillar, que transpira y goza, que se defiende y acusa.
En esta propuesta, ¿hay acción dramática? ¿Por qué se define esta acción? ¿Por la existencia de personajes? ¿Por el conflicto?
Acá hay un conflicto de uno y de todos. De Hécuba, de las mujeres, de la moral, de la humanidad.
Pero bien podría ser la expresión de un discurso poético y político, escenificado con los recursos de la imagen y el sonido.
Un teatro del posdrama donde el sentido profundo del hecho teatral deja de situarse en el texto y se desplaza ahora en el conjunto total de la puesta en escena.

Qué: Hécuba o el gineceo canino

Quién: Autoría y Dirección: Emilio García Wehbi (Sobre textos de Eurípides).-
Actuaciónn: Maricel Alvarez, Emilio García Wehbi, Horacio Marassi, Nicolas Prividera.- Música y Diseño sonoro: Marcelo Martínez.- Video y Diseño de imagen: Santiago Brunatti.- Diseño de escenografía: Julieta Potenze.- Coreografía: Marina Sarmiento.- Fotografía: Sebastián Arpesella.- Diseño gráfico: Leandro Ibarra.- Asistencia de dirección y Producción ejecutiva: Julieta Potenze.- Productor asociado: Roberto Malkassian.-